Aperitivos tipo cóctel para boda

Claves para organizar una boda tipo cóctel

Quién no esté muy familiarizado con el mundo de las bodas, esto de boda cóctel le puede sonar a chino. Pero si vas a empezar a plantear tu enlace matrimonial y no quieres caer en los ‘típicos tópicos’ de todo bodorrio, es tu opción ideal. Una boda desenfadada, poco convencional y con mucho encanto. Aún así te preguntarás, ¿cuáles son los ingredientes que debe tener este cóctel para toda la vida?

Una boda cóctel es aquella en la que no existe seating plan, es decir, no hay un banquete convencional ni mesas con sitios asignados. Algunos novios eligen este modelo de enlace para evitar compromisos innecesarios e incómodos y reducir la lista de invitados. Este tipo de celebraciones son más adecuadas cuando es un grupo recudido. Si no se supera el centenar de asistentes, mejor.

Como se trata de un banquete de pie, normalmente se celebra al aire libre, aunque depende de la época del año. Eso sí, si es rodeados de naturaleza se disfruta más y le da un toque romántico a la decoración: guirnaldas, juegos de luces, etc.

Aunque es una boda en movimiento, al organizar una boda cóctel hay que tener en cuenta el mobiliario. La mesa tradicional para los novios o una mesa infantil, si hay niños, son muy recomendables. También hay que prever asientos para que puedan descansar los asistentes; incluso se pueden combinar sillas con mesas altas de apoyo. Más allá de eso, este tipo de weddings permite a los novios moverse con más agilidad y tener un trato más cercano con los invitados.

Una de las ventajas y peculiaridades que hacen especial una boda cóctel es la elección del menú o propuesta gastronómica. Los novios pueden jugar con los sabores y ofrecer una combinación de productos y elaboraciones creativas. Todo ello en pequeños bocados gourmet que los camareros repartirán entre familiares y amigos. Lo mejor es combinarlo con mesas bufet, córneres temáticos tanto dulces como salados, cócteles, etc.  La originalidad no tiene medida, pero que sean canapés o tapas ligeras y fáciles de comer, porque se hace de pie. Además, se pueden complementar con ideas creativas como un showcooking o contar con un cortador de jamón.

¡Mucho cuidado! Cuando se trata de un banquete clásico, la cantidad de comida y la organización para que no falte ni sobre de nada suele estar más controlada.

La decoración y los detalles que acompañan a esas mesas ideadas para el buen paladar también marcan la diferencia.  Por ejemplo, utilizar pizarras o cartelitos de diseño con los nombres de los platos, flores o velas de formas y colores distintos.

En cuanto a la bebida, los camareros se encargan de servir copas de champagne, vino y cerveza.  Recuerda que hay que contemplar a aquellos invitados que no beben alcohol y ofrecerles una alternativa. El servicio del cóctel debe ser ágil para que nunca falte bebida y no se acumulen las copas vacías.

Pese a todo, una boda no se reduce solo al convite. Hay momentos especiales que todos aguardan con ansiedad. No importa si es una boda cóctel o un banquete tradicional, puedes incorporar a la celebración el tradicional baile nupcial o el famoso corte de la tarta.

¿Qué otros elementos hay que valorar al organizar una boda cóctel?

¡La música! La mejor carta de presentación es la música en directo. Lo ideal es que al principio del cóctel sea algo suave y ameno, permitiendo a los invitados conversar relajadamente.

Presupuesto asequible. Este tipo de boda suele estar más al alcance de cualquier bolsillo si la inversión de los novios es más ajustada.

Y lo más importante… Sea una boda convencional o más informal, la clave está en la famosa frase de Alejandro Dumas: “El amor es física. El matrimonio, química”. Combínalos y resultará el cóctel perfecto.

Tu boda tipo cóctel en Sevilla

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