Lacus Ligustinus o la actual marisma del Guadalquivir es un escenario natural en el que conviven más de 150 especies de aves. Un hábitat único a nivel internacional de incalculable valor ecológico.
En una perfecta conjunción del máximo respeto a esta riqueza natural con la actividad económica del hombre, desde 1920 y gracias a la llegada de agricultores valencianos a la provincia de Sevilla, este humedal se convirtió en un inmenso arrozal. Hoy el arroz sevillano, tanto por su cantidad en la producción, como por su calidad, es demandado internacionalmente, convirtiendo a la provincia de Sevilla, en líder nacional en este cereal.
Toda la luz, el clima mediterráneo, la fauna y la flora del hábitat del humedal, los siglos de historia del Lacus Ligustinus y el respeto al medio ambiente, impregnan este sabroso cereal que proporciona la marisma sevillana.
Saborear este arroz, es como si nos situásemos en pleno pre-parque nacional de Doñana, rodeados de patos marinos, gaviotas, cigüeñas y flamencos. O de especies marinas como albures, anguilas, lenguados o esturiones.